sábado, 25 de agosto de 2012

Las lagrimas de un niño, siguen siendo lagrimas.

Esta experiencia nos a servido para saber de lo que somos capaces. Hemos vivido juntos emociones que ninguno de nosotros creíamos que teniamos, hemos llorado hasta ese punto en el que te empieza a doler la cabeza, hemos reido hasta que se nos saltaras las lagrimas, hemos vuelto a ser niños. Hemos aprendido a trabajar en grupo, hemos enseñado lo que es la felicidad a los demas. El hecho de haber compartido esta experiencia con esos niños nos ha hecho grandes, nos ha marcado. Hemos hecho que esos niños se olvidaran de su pasado, les hemos hecho disfrutar como niños que realmente son lo que son, niños.
Recuerdo cuando ese niño de 5 años se me acerco y me susurro al oido: Gracias moni. El corazón me dio un vuelco. Sabía que ese simple gracias significaba muchas cosas: Gracias por haberme hecho reir, gracias por haber compartido este campamento conmigo, gracias por las veladas y por las actividades que hemos hecho juntos, gracias por haber estado conmigo en cada momento, gracias por haberme hecho sentir como un niño, gracias por haberme hecho olvidar de donde vengo, gracias por haberme hecho disfrutar el momento, gracias por sacarme una sonrisa, gracias por haberme hecho feliz, gracias por haberme enseñado lo que es la felicidad...
Simplemente tengo que daros las gracias a todos lo que han estado conmigo en ese momento que hicimos felices a esos peques, porque yo sola no lo podría haber hecho. Ahora que todos nosotros conocemos lo que es la felicidad, hagamos que el mundo sonría sin ningún porque.
 GRACIAS

No hay comentarios:

Publicar un comentario